Se trata de uno de los temas más habituales a la hora de apostar por esta opción. Hablamos del coste de una instalación de ACS. ¿En qué consiste? ¿Cuáles se han de contemplar? Se trata de distintos conceptos no proporcionales y que cuentan con una parte fija y otra variable, dependiendo siempre de los consumos.

Así, por ejemplo, el coste fijo estará repartido de manera igualitaria entre cada vecino, independientemente del gasto que realice para el conjunto de la comunidad. En este sentido, un sistema de ACS no se diferencia de otros habituales en comunidades de vecinos, como pueden ser los suministros eléctricos.

¿Qué componentes forman el coste de una instalación de ACS comunitaria?

Son varios los componentes que forman el coste de una instalación de ACS en una comunidad de vecinos. Así, hay que hablar de:

• Combustible: Es el de mayor importancia en el montante total. Una instalación de estas características consumiría combustible incluso aunque algún vecino no hiciera uso de los servicios. Además, hay una parte que se “pierde” durante la distribución y el resto se relaciona directamente con los consumos de calefacción y agua caliente sanitaria. En una instalación de energía solar térmica, este coste fijo se ve reducido, ya que el consumo de combustible también será mucho menor. Sin embargo, hay un pequeño coste eléctrico en las bombas, regulaciones del sistema solar y en el propio mantenimiento.
• Mantenimiento: Existe una obligatoriedad de mantenimiento preventivo en toda clase de instalaciones. Su coste es independiente al consumo que se realice en la comunidad de vecinos y se hace de forma periódica. No ha de confundirse con el coste del mantenimiento correctivo o de las reparaciones que tuvieran que llevarse a cabo.
• Consumo eléctrico: Hay ciertos componentes de una instalación de ACS que consumen energía eléctrica, como, por ejemplo, los equipos de la sala de calderas.
• Agua fría: Otro de los componentes que forman el coste de una instalación de ACS es el agua fría que se utilizará posteriormente en el servicio. Su valor depende directamente del consumo de agua caliente. Lógicamente, su valor es bastante pequeño.
• Otros: Para terminar, existen otros costes de menos importancia, como pueden ser la elaboración de recibos individuales, el coste del personal contratado o gastos financieros.